Publicado en El Norte de Castilla el 18 de noviembre de 2011

Ya queda poco. La campaña electoral agoniza. Punto final a chascarrillos, acusaciones, chistes (se abre el telón-aparece Esperanza Aguirre-se privatiza el telón), provocaciones, meteduras de pata, mentiras y promesas que jamás se cumplirán. Nunca nos ha gustado pero, en estos momentos, con la crisis revoloteando en forma de hoja de guillotina, maldita la gracia. Aun así, no podemos quejarnos del espectáculo. Hemos tenido de todo: un payaso atacando al pobre e indefenso León de la Riva, expertos en fakes que despelotan a ministras, la Villalobos enseñándonos el “trincolón de la mangoleta”, Rubaljoy transformado en cutre-superhéroe, una UPyD friki con Toni Cantó rapeando y Álvaro Pombo metiéndose con los viejos pildoreros y proponiendo el copago sanitario, políticos que reconocen tomar demasiada amanita muscaria por las mañanas, un nuevo himno pepero con la música de “Somos novios” y una inenarrable letra (“Somos madres, mantenemos nuestra casa limpia y pura…. nos encanta recibir alguna flor y un achuchón pero más nos gusta un bolso de Vuitton”), la informalidad “fragante” del PSOE con la A-II, un novedoso conjunto de “circuncisiones” electorales, un Rajoy divino (perdón, de vino), Rubalzero y Zapacaba convertidos en personajes de tebeo, amas de casa gritando como fans de Justin Bieber “Mariano devuélvenos la felicidad”, jovencitos encorbatados poseídos por la flor del Tea Party metiéndose con excomunistas que defienden a los musulmanes y promueven mezquitas mientras regalan gasolina pa’Pepiño, Rubalcaba sin nada que decir hablando del programa oculto de un Rajoy que no quiere decir nada y Twitter, en fin, convertido en un apestoso patio de vecinos con algún que otro politicastro que habla de meter dos tiros a los etarras y del culo gordo de la Srta. Trini mientras sostiene que “Urkullu ez de Euzcadi porque ez jilipollaz”. Todo esto durante los últimos días. No está sacado de “El Club de la Comedia”. Son nuestros candidatos. El domingo votaremos, aunque no se lo merezca ninguno. Y el próximo viernes hablaremos del gobierno. Y de su nuevo jefe. Angela Merkel. O sea.