“El Padre Cérler se lamentaba amargamente de la iconografía del diablo: el lucifer de cabeza y patas de macho cabrío; el exhibicionista con cuernos, rabo y tridente. Fue útil en su momento para influir en las almas, dijo, pero en el siglo XXI no funcionaba.
Sinceramente, me dan más miedo los primeros seis discos de Black Sabbath”.
Los 80 Diablos (pág. 45), amazon.es