“Estoy respirando fuego. Sé que estoy condenado si no escapo y, tal vez, esté condenado si lo hago. Nos regalaron dioses defectuosos, sin período de garantía”.
Escribe novelas y cosas así. Sus detractores dicen que los millones de libros que ha vendido se deben a su cara bonita y a su cuerpo escultural. Y no les falta razón.
www.vicentealvarez.com