Publicado en El Norte de Castilla el 7 de septiembre de 2012
Por primera vez en la historia, la provincia de Valladolid pierde población. El dato es de hace varios meses pero es ahora cuando algunos amigos comienzan a hacer las maletas. Y es ahora cuando esos datos que escuchamos con la frialdad que da el no vernos salpicados por ellos te escupen a la cara la terrible realidad. Valladolid es una provincia ingrata con su gente. Siempre lo ha sido. El carácter seco del castellano lleva grabado a sangre y fuego en sus venas el no cuidar de lo nuestro. Para triunfar, hay que salir de la ciudad tolteca y salvaje, de la ciudad de nieblas de plata, como decía Umbral. Hace unos días Aurora Bautista se marchó en silencio y en pocos sitios se recalcó su condición de vallisoletana. Bueno, ella también tuvo que irse pronto de aquí. Es una constante. Si no te apoyan, te vas. En otros lugares, miman a su gente. Llama la atención, por ejemplo, la paupérrima representación de nuestra Comunidad en las pasadas Olimpiadas: sólo siete castellano-leoneses de un total de 280 deportistas españoles. Algo falla.
Durante mucho tiempo Valladolid ha vivido en una mentira. Cuando ha dejado de llegar gente de provincias limítrofes e inmigrantes nos hemos topado con la dolorosa realidad: cada día de 2011, cuatro vallisoletanos salieron de la provincia en busca de trabajo. Y esto no para. Vamos camino de perder a muchos de nuestros mejores activos: gente joven con titulaciones superiores. Universitarios que sólo tienen tres salidas: por tierra, mar y aire. Otra realidad nos acosa: el envejecimiento. Dos de cada diez vallisoletanos tienen más de 65 años. Dentro de poco esta ciudad será de viejos, curas y políticos (y de los amigos que coloquen estos últimos). La provincia se desangra poco a poco. Estamos en fiestas pero Pucela está triste. Llevan muchos meses fustigándonos con la llegada de pavorosas plagas. Lo peor de todo es que algunos de nuestros mejores hombres y mujeres tienen que hacer las maletas. Eso sí, al irse gente en edad trabajadora mejorarán las estadísticas del paro local. Tal vez intenten vendernos esa moto también.