“Violé la tumba pero el ataúd estaba vacío, cantaba Bob Dylan en un tema del disco Desire que se titulaba Isis. Jodida casualidad. Otra más.
Cuando enfocamos las linternas al interior de la tumba, comprobamos que no había ningún cuerpo.
El Murciélago había huido del infierno”.
El Murciélago y el infierno (pag. 105), amazon.com