“Al verle acercarse, Adam descargó su Jericho 941F sobre él. Ulises cayó al suelo pero, increíblemente, se levantó y siguió su camino. Hasta seis veces se repitió la escena. Al ver que las balas no conseguían nada, Adam Negroponte no se lo pensó: tiró el arma y fue hacia él. Aquello, para Adam, era como luchar contra su pasado. Una cruzada especial que, tal vez, le permitiese recuperar a Arteria. No sabía nada ni entendía nada. Tan sólo estaba cegado por el dolor y por la desesperación”.
Escalera al cielo (pag. 87), amazon.com