Publicado en El Norte de Castilla el 16 de diciembre de 2016

La Lagarde es como la bruja Avería (Qué mala… pero qué mala soy. ¡Viva el mal! ¡Viva el capital!) pero sin gracia. Tiene un chiringuito montado, el FMI, por el que pulula gente más peligrosa que la que anda por cualquier favela chunga de Río. De vez en cuando sale a la palestra y nos regaña como a niños malos. Ya nos dijo en su día que vivíamos muchos años y que nos teníamos que morir antes. Ahora no ha ido tan lejos, tan sólo nos ha señalado que debemos subir el IVA y revisar nuestras cuentas en Educación y Sanidad. Lo ha hecho la misma semana en la que hemos sabido que el Estado asumirá las 8 autopistas de peaje en quiebra. Unos cinco mil millones costará la broma. De eso no ha dicho nada la bruja. La FACUA nos recuerda que es la segunda vez que el Estado acude al rescate de las autopistas de peaje para salvar casi a los mismos concesionarios. Qué tiempos aquellos en los que Aznar y su guardia pretoriana se hacían fotos inaugurando autopistas. Todos tenían la misma consigna: “Vamos a salir ganando, se diga lo que se diga”. Ellos lo tenían muy claro. Montamos unas autopistas, cedemos la concesión a la empresa de unos amiguetes, los amiguetes se lucran hasta que comienzan las pérdidas, el Estado asume las deudas, las sanea y cuando vuelvan a dar beneficios se dan en concesión a otros amiguetes. Es lo que se llama capitalismo de amiguetes. Hacemos autopistas, si van bien nos forramos, si van mal, pagan los imbéciles que nos votan y nos forramos todavía más. Socialismo para ricos, o sea. Privatizamos las ganancias, socializamos las pérdidas. Y por el camino conseguimos un millón de votos más. Aquí no pasa nada. Ahora se ha conocido el fraude en el Hospital de Castellón: 32 millones de euros en facturas irregulares, incluida una de 90.000 euros por un belén. Un belén que, por el precio, simulará los siete reinos de Juego de Tronos y contará con los ángeles de Victoria’s Secret además del propio aeropuerto de Castellón para llegar hasta el portal. Pues eso, que es Navidad. Mejor hablamos de gatitos rescatados por buenas personas. Hagamos caso a la bruja y pongamos el IVA al 35%. Sin vuestros votos esto no habría sido posible. Descorchen las botellas de champán, abran las cajas de langostinos y felicidades a todos. ¡Ya está aquí la Navidad!