Publicado en El Norte de Castilla el 28 de abril de 2017
La peculiar velada tuvo lugar el pasado viernes. En el Paraninfo de la Universidad se enfrentaron 8 escritores y 8 ilustradores llegados desde distintos puntos del país. El evento, organizado por el Centro Buendía de la Universidad de Valladolid y la agencia Pencil Ilustradores, se presentaba bajo el lema “Tus palabras son más fuertes que tus puños”. Al más puro estilo de la lucha libre mexicana (máscaras incluidas) y en rondas eliminatorias, los participantes debían componer un cuento o ilustración utilizando tres elementos que les eran previamente propuestos. Tenían que hacerlo en cinco minutos y con cámaras mostrando su proceso creativo en todo momento. No faltó de nada. Los luchadores saltaron al ring enmascarados, provocadores, jaleados por el público y envueltos en música estruendosa con ritmillo a “Palomitas de maíz”. Como maestro de ceremonias, un showman único, Javier Carballo, actor, cantante de Los Pichas y árbitro histriónico con pajarita y gracejo rumbero rondillero que lidió con maestría las cuatro horas largas que duró la velada. “Bienvenidos a la cúpula del placer. Esto no es la OTI, ni Eurovisión, ¡esto va en serio!”, bramaba Carballo mientras sonaba música ad hoc del DJ de turno y un azafato en plan burbuja Freixenet iba presentando los rounds. La idea de esta 1ª edición de LuchaLibro es dinamizar el mundo de la literatura y la ilustración, buscar nuevas formas de expresión, descubrir autores emergentes y conectar con el público a través de la participación de los propios espectadores en la creación artística. Y fue esto, precisamente, lo más llamativo de la velada, el poder asistir al proceso de creación en primera fila, el ver cómo iban surgiendo las frases, las dudas, las tachaduras de última hora, el presenciar el nacimiento de una historia. O la aparición de una imagen, los primeros trazos delineados, el distinto estilo de los ilustradores y sorprendernos con el resultado final. Tras un buen puñado de reñidos combates, Tortuga Miope alzó su cinturón de campeona entrelazando con ingenio los elementos propuestos (brócoli, funambulista y sábana). Bestia Parda, por su parte, se las vio con un croissant, un kimono y Bob Esponja. Las dos, escritora e ilustradora, verán recompensados sus trabajos con la publicación de un libro a través de Nórdica y Ediciones UVa. Pues eso, renovarse o morir. Desde ya, esperando la 2ª edición de LuchaLibro.