Milton trabaja en Secretville (Arizona), una ciudad de acceso restringido creada para la realización y el estudio de pruebas nucleares, donde se refugió huyendo del asesinato y violación de una joven. Al principio de la novela, queda prendado por una joven de extraordinario parecido con su anterior víctima. La sigue con su Harley Davidson y la asesina a las afueras de la ciudad. Al regresar, tiene un accidente con la moto y es socorrido por un desconocido vestido de negro quien, tras llevarle al hospital, le ofrece su propia sangre para salvar su vida. A partir de ese momento, comienzan a ocurrir cosas extrañísimas en la vida de Milton y el mundo que recordaba parece haber sufrido cambios considerables (el bar al que siempre acudía está muy cambiado, con aspecto futurista; hay máquinas completamente desconocidas para él, como una que hace cócteles automáticos y a la carta…). Por si eso fuera poco, una pareja de agentes del FBI aterriza en Secretville siguiendo el rastro de su primer asesinato. También están Elena, su amiga ciega, la única persona que realmente quiere en la vida, y un antiguo compinche de la Mafia que le insta a realizar un trabajo peligroso…
¿Qué es lo que le está ocurriendo a Milton tras el accidente? ¿Quién es el misterioso hombre de negro de quien recibió una transfusión de sangre? ¿Pueden unas personas regresar a la Tierra en 1973 pero encontrarse biológicamente en 1953? ¿El pueblo en el que vive Milton es el que existirá dentro de unos años? ¿Qué relación había entre la primera y la segunda mujer asesinadas? ¿Qué tiene que hacer Milton si sabe que una mujer, la única mujer que ha amado en su vida, morirá por su culpa dentro de veinte años?
Silver Kane firmó cuatro títulos en la colección La Conquista del Espacio, dedicada a la ciencia ficción. Las cuatro novelas aparecieron en apenas cuatro meses (entre noviembre de 1973 y febrero de 1974). “Escrito en el tiempo” fue la tercera. También es la tercera que leo tras las memorables “La casa del frío eterno” y “Mil millones de ojos”. “Escrito en el tiempo”, desde luego, no se queda atrás. Hablamos de otra pequeña obra maestra del gran González Ledesma. Visto lo visto, no habrá que tardar en leer la cuarta pieza (“El cerebro”) de esta gloriosa aportación al ci-fi por parte de Silver Kane.