Publicado en El Norte de Castilla el 30 de diciembre de 2021.

Hace unos días un periódico de tirada nacional publicó un mapa con las españolas más importantes e ilustres. Una por cada provincia. Cuidadosamente elegidas. Reinas, escritoras, científicas, místicas. Mujeres que no disfrutan todas de la popularidad merecida ni de la reivindicación debida. En la provincia de Valladolid la elegida fue Ana de Austria. Imposible mejor elección. Los que me conocen saben de mi debilidad por la reina de los mosqueteros, la mujer más poderosa, universal y memorable de una época que retrató como nadie Alejandro Dumas. Hija de Felipe III, hermana de Felipe IV, esposa de Luis XIII, madre de Luis XIV y, además, reina de Francia (consorte y regente) durante treinta y seis años. Nació en Valladolid, fue bautizada en San Pablo y pasó algunos de los mejores años de su infancia a orillas del Pisuerga. La mujer más importante de la época y una de las más importantes de la historia. Otro diario a nivel nacional había publicado días antes otro mapa con las españolas más relevantes de cada provincia, pero en este caso atendiendo a mujeres con más tráfico y referencias en Internet. Y, bueno, produce sonrojo ver los personajes que la gente busca por la red. No en el caso de Valladolid, donde ganó la gran Concha Velasco, pero donde podría haber triunfado una petarda tipo Aida Nízar, con toda seguridad mucho más conocida por los pucelanos que la propia Ana de Austria. En fin, Valladolid está acostumbrada a ignorar a sus paisanos más ilustres, pero el caso de Ana de Austria, sin siquiera una calle dedicada en su ciudad natal, provoca vergüenza ajena.