Seguimos con mi chica favorita. “Yo, Lucifer” es el título de la tercera novela en la que aparece la maravillosa Modesty Blaise. Una historia algo extraña sobre Lucifer, un “joven con cuerpo de dios, pelo oscuro y mente arruinada” que fue seducido por una mujer mientras estudiaba para entrar en la Iglesia y sufrió una crisis nerviosa, convenciéndose de que era la fuente de todo pecado y, por tanto, el propio diablo. Unos villanos muy inusuales y bastante despiadados, tras descubrir la asombrosa capacidad de Lucifer para predecir las muertes de las personas, utilizan su mente desquiciada para hacerse ricos.
Modesty Blaise y Willie Garvin están en París. Ella está siendo agasajada por René Vaubois, jefe del Deuxième Bureau en un restaurante flotante en el Sena. René pide consejo a Modesty sobre un extraño caso que le concierne: personas de alto nivel de todo el mundo están recibiendo amenazas de muerte, y los que no pagan acaban muertos. Lo más increíble es que la mayoría de las muertes son aparentemente naturales. Y más enigmas: ¿Con qué medios se asesina a las víctimas? ¿Cómo se recoge el dinero del rescate sin dejar rastro? La acción se intensifica cuando Steven Collier, amigo/amante de Modesty e “investigador de lo paranormal”, es secuestrado. Modesty y su fiel lugarteniente, Willie Garvin, deben viajar a una remota isla fortaleza para resolver el misterio y salvar a su amigo. Ella será apresada y le implantarán quirúrgicamente una cápsula de cianuro controlada por radio bajo su piel. Willie, al quite, no tardará en pergeñar un plan para salvar a Modesty…
No hay una heroína más emocionante que Modesty Blaise. Capaz de todas las hazañas posibles, de enfrentarse a los más temibles enemigos, de incluso utilizar el sexo para conseguir sus fines. En “Yo, Lucifer”, sin abandonar las señas de identidad de la saga (mucha acción, lugares exóticos, trampas mortales, sorprendentes giros argumentales), Peter O’Donnell nos regala otros puntos de interés, como la fascinación por la comunicación con los cetáceos, la percepción extrasensorial y la comprensión del término “paranoia” en el personaje de Lucifer, además de introducir a Steven Collier, que se convertirá en un personaje recurrente de la serie.
Pues eso, Modesty Blaise, la mejor y más memorable heroína femenina de todos los tiempos.