Publicado en El Norte de Castilla el 18 de mayo de 2023

Por lo visto, cuando desde Brasil se busca Valladolid en Internet solo sale la Valladolid de México, una ciudad de 80.000 habitantes que debe su nombre al lugar de procedencia de algunos colonizadores españoles durante la conquista de Yucatán. Y es que nuestro Valladolid, según Marco Farah, director de marketing del Pucela, no existe en América Latina. El Valladolid con una de las universidades más antiguas del mundo, donde se casaron los Reyes Católicos y pasó sus últimos años de vida un tal Cristóbal Colón. La capital del imperio (y del mundo) a principios del XVII. Allí donde se pasearon por sus calles los mayores genios (Cervantes, Quevedo, Góngora). En realidad, a lo largo de la historia fueron tantísimos (desde Rubens hasta Santa Teresa, incluso Shakespeare) que la lista sería interminable. La conocida como controversia de Valladolid, en 1550, es considerada la cuna de los Derechos Humanos. Y cuna de reyes es Valladolid (Felipe II, Felipe IV, Ana de Austria). Otras cosas no tendremos, pero HISTORIA para dar y tomar. Lo suficiente para dar lecciones a todos los indocumentados que piensan que no existíamos hasta su llegada. Hay que estudiar un poco más, incluida la historia del club. Me imagino que a esta gente los nombres de Coque, Lesmes, Saso, los de primeras figuras del fútbol mundial que vistieron la blanquivioleta como Yáñez, Da Silva, Gilberto, Edu, Mágico, Caminero, Hierro y tantos otros les sonarán a chino. Dicen que no teníamos nada hasta que ellos llegaron. Aunque no lo crean, antes de llegar Ronaldo, Valladolid y el Pucela existían y cuando se vaya, seguirán existiendo. Se pueden escribir 50 artículos como este, pero para qué, si a algunos parece (al menos eso piensa mucha gente) que solo les interesa amar a Vinicius sobre todas las cosas y al lechazo como a ellos mismos. Valladolid, ciudad y afición, se merecen un respeto. De todos.