“Esta será una historia de terror. Será una historia policía, un relato de serie negra y de terror. Pero no lo parecerá. No lo parecerá porque soy yo la que lo cuenta. Soy yo la que habla y por eso no lo parecerá. Pero en el fondo es la historia de un crimen atroz”. Así comienza Amuleto. Y, a pesar de sus propósitos, lo que nos promete Roberto Bolaño es, sobre todo, una historia de superación y de soledad.
Auxilio Lacouture se considera a sí misma «la madre de todos los mexicanos» y «la madre de la poesía mexicana». Uruguaya de nacimiento, residente de México D.F., abonada a los trabajos humildes y esporádicos durante el día, incansablemente inmersa en la bohemia nocturna de la ciudad, todo cambia para ella el 18 de septiembre de 1968, cuando el ejército toma posesión del campus de la Universidad Nacional Autónoma de México y ella queda encerrada en los baños de la facultad de filosofía y letras. A lo largo de trece días de encierro y aislamiento forzado, por sus ojos transitan la poetisa Lilian Serpes, amante a su vez del Che Guevara; los poetas españoles León Felipe y Pedro Garfias; el malogrado alter ego de Bolaño Arturo Belano. De este modo, Auxilio reflexiona sobre la senda y los pasos dejados atrás y los que, aún y cada vez más, restan sumidos en las sombras de un país de incierto futuro.
Narración sui generis de la masacre de Tlatelolco del 68 en México acompañada de vivencias de la protagonista con pintores y poetas de su época. Un viaje delirante por las calles del D.F. desde las baldosas del baño de mujeres de la Facultad de Filosofía y Letras. Una novela en la que conviven realidad y sueño, una novela más poética que “Los detectives salvajes” (para el propio Bolaño “Amuleto” actúa como el espejo negro de “Los detectives salvajes”) estructurada como un monólogo. Otra delicia (una más) de Roberto Bolaño.