Publicado en El Norte de Castilla el 26 de octubre de 2024
En la semana grande del cine en Pucela, bueno es recordar que este año se cumplen 25 del estreno de una película mítica que, con toda seguridad, jamás formaría parte de la programación oficial de la Seminci. Una película que, pese a quien pese, cambió por completo la forma de ver y entender el cine convirtiéndose en una referencia estética y temática dentro y fuera del género de la ciencia-ficción. Por eso, hoy vamos a recordar el Evangelio según Matrix con la intención de dejarnos acariciar un poquito el alma cinéfila que todos tenemos. Vamos allá con los diez mandamientos: 1) Existe una gran diferencia entre conocer el camino y andar el camino. 2) Matrix nos rodea, está por todas partes, puedes verla si miras por la ventana o al encender la televisión, puedes sentirla cuando vas a trabajar, es el mundo que ha sido puesto ante tus ojos para ocultarte la verdad. 3) Yo sólo puedo mostrarte la puerta, tú eres quien la tiene que atravesar. 4) La esperanza es la quintaesencia de la debilidad humana. 5) Matrix no puede decirte quién eres. 6) No existen preguntas sin respuesta, solo preguntas mal formuladas. 7) La respuesta te está buscando y te encontrará siempre que lo desees. 8) Matrix te posee, tú te crees dueño de tu vida, de tus acciones, de todas esas pequeñas o grandes cosas que haces cada día, pero, ¿alguna vez has tenido un sueño que pareciese muy real?, ¿qué ocurriría si no pudieses despertar de ese sueño?, ¿cómo diferenciarías el mundo de los sueños de la realidad? 9) ¿Has tenido la sensación de no saber con seguridad si sueñas o estás despierto? 10) El futuro es nuestro mundo, el futuro es nuestra época. Estos diez mandamientos se resumen en dos según el ciber-Jesucristo llamado Neo, el Elegido que tomó la pastilla roja para acceder al país de las maravillas: Ningún recuerdo es cierto y mientras Matrix exista, la raza humana jamás será libre. Resulta lícito añadir un tercero transfigurado en duda metódica: ¿Por qué no elegí la pastilla azul? En este diálogo que uno sostiene periódicamente con el universo Matrix está siempre presente Neo, es decir, Keanu Reeves, un actor que, seguramente, nunca recibirá una Espiga de Honor en la Seminci. No será Marlon Brando ni Al Pacino, pero a la chita callando ha protagonizado películas como Mi Idaho privado, Drácula de Bram Stoker, Mucho ruido y pocas nueces, Pactar con el diablo y un largo etcétera de producciones más o menos populares. Tampoco hay que olvidar que es John Wick, un asesino a sueldo retirado que busca venganza tras la muerte de su perro. Así que no lo cabreemos, aunque sospecho que lo del cabreo no va mucho con él. Ya forma parte de la leyenda el carácter zen del actor, dicen que es un faro de bondad y humildad, un tipo atento y cercano con los fans, alguien que cae bien a todo el mundo y que se ha convertido en la estrella más querida de Hollywood. Sufrió maltratos por parte de su padre, perdió a su novia y a la niña que esperaban y poco después a River Phoenix, su mejor amigo. Al parecer donó una enorme cantidad de sus ingresos por Matrix a varios hospitales infantiles y otra buena parte de su salario al equipo de efectos especiales. Ha pagado en secreto más de una deuda a compañeros de rodaje, se ha bajado el sueldo para pagar a otros actores y aunque suele rodar las escenas de riesgo cuando utiliza dobles les hace regalos espléndidos. Viaja en metro y en autobús, se le ha visto sentado en la acera junto a un indigente escuchando su historia mientras compartían un desayuno y también celebrando su cumpleaños en un café con una magdalena e invitando a todos los clientes. Hay múltiples leyendas a su alrededor. Y lo mejor es que todo lo bueno que sabemos sobre su persona no lo ha contado él sino los que se beneficiaron de su extraordinaria humanidad. En fin, que hablar de Matrix o de Keanu Reeves tal vez no sea lo que esperaban los más cinéfilos, así que, en la próxima entrega, siguiendo la tradición, hablaremos de algo más específico de la Seminci. O no.