En mitad de una fiesta en casa de lady Windermere un quiromante le confiesa a Lord Arthur Savile que ve un asesinato en su futuro. Lord Arthur se encuentra próximo a casarse con una joven de clase alta llamada Sybil y la noticia trastoca por completo a Lord Arthur, ya que no puede permitir que su prometida se case con un asesino. Así que, como no hay nada como el deber cumplido, lord Arthur decide posponer su matrimonio para después de cometido el crimen y da inicio a un plan para matar a algún familiar próximo, camuflando el delito como si fuera un accidente. El problema es que cometer un asesinato resulta más difícil de lo que Lord Arthur pensaba y los denodados esfuerzos del joven fracasarán una y otra vez.

“El crimen de Lord Arthur Savile” es una novela corta muy divertida e irónica que esconde un enérgico alegato contra la superstición y, sobre todo, una feroz crítica de la hipócrita, frívola y superficial sociedad victoriana que Oscar Wilde tan bien conocía. Como siempre la prosa elegante, inteligente y cargada de ironía del autor irlandés sobresale por encima de todo. A destacar la preciosa edición de Nórdica con ilustraciones de Pablo Alcázar.

Para finalizar no me resisto a comentar que la historia de alguien que intenta llevar a cabo algo y que por unos motivos u otros nunca puede conseguirlo me ha recordado mucho a Buñuel y a alguna de sus más famosas películas. Como tampoco me resisto a citar a Borges y lo que él opinaba sobre esta nouvelle: «El crimen de lord Arthur Savile está con toda gracia más allá del Bien y del Mal. Se trata de la historia de un asesinato, pero el hecho se perpetra en un mundo que, por su misma frivolidad, no es menos real que el deliberadamente fantástico de Las mil y una noches». Y si lo dice Borges, no hay nada más que añadir.