Un monstruo marino pone en jaque a la civilización y una expedición se organiza para capturarlo.
A bordo de la fragata Abraham Lincoln viajan el célebre profesor Pierre Aronnax, su ayudante Conseil y el arponero canadiense Ned Land.
El monstruo marino acaba siendo el Nautilus, un increíble submarino a las órdenes del capitán Nemo.
Comienza la aventura.
Emoción, conocimiento, suspense, personajes inolvidables, lances inesperados…
Un viaje inolvidable por las profundidades de los océanos y un despliegue de imaginación fascinante.
El reto de lo inexplorado, la fascinación del mar y de todo lo que esconde.
Escenas realmente memorables plagadas de acción y peligros: la lucha contra los calamares gigantes, las extraordinarias visitas a lugares mágicos como la Atlántida y los bosques submarinos, la lucha contra los buques enemigos…
También la historia de una venganza protagonizada por el capitán Nemo, un sabio atormentado y desengañado de la raza humana, un libertario individualista, un juez implacable y uno de los grandes paradigmas de la novela de aventuras.
Por cierto, al final el Nautilus parece ser arrastrado por el gigantesco torbellino del Maelstrom, el ombligo del océano…
PD. Hay que reconocer que la novela de Julio Verne llega a ser abrumadora con larguísimas descripciones, enumeraciones de peces, clasificaciones biológicas y descripciones exhaustivas. Los que todavía insisten con aquello de que Verne es un simplón autor de novelas juveniles nunca debieron de embarcarse en este viaje con el capitán Nemo.