Nueva joya de Alejandro Dumas. En esta ocasión nos cuenta la historia de Ascanio, joven discípulo del célebre orfebre y escultor florentino Benvenuto Cellini, enemistado con Mme. de Etampes, amante del rey Francisco I de Francia. Ascanio se enamora de una bella joven, Colomba, hija del preboste de Francia y la única manera que se le ocurre para acercarse a ella es convencer a su maestro para que le pida al rey la posesión del Gran Nesle, un palacio que el preboste no utiliza. El rey, admirador de la obra de Cellini, le concede el palacio, y el artista junto con todos sus artesanos, tras un fuerte enfrentamiento con los hombres del preboste, se hace con él. Cellini intenta ayudar a Ascanio y Colomba, pero se encuentra con la oposición de Madame d’Etampes y, sobre todo, con la intención del preboste de Francia que quiere casar a su hija con el conde de Orbec, tesorero del rey…

En esta ocasión, Dumas toma prestados episodios de la turbulenta vida de Benvenuto Cellini. En sus Memorias, el genial orfebre incluso habla de un discípulo de nombre Ascanio, el joven más hermoso de Roma, que se convertirá en “el más admirable servidor que hubo en el mundo”. Y aunque el título de la novela sea “Ascanio”, el verdadero protagonista es Cellini, un personaje iluminado, arrebatador, pasional, a veces inmoral, fogoso, violento hasta llegar al crimen, pero también íntegro, tierno y protector de su gente, incluso podría decirse que también atormentado, tal vez porque en el fondo está enamorado de Ascanio, el joven que hasta este momento sólo le había adorado a él. El resto de los personajes también resultan fascinantes: el enamorado y bello Ascanio, la dulce y encantadora Colombe obligada a casarse con un hombre al que no ama y, sobre todo, la peligrosa e intrigante duquesa d’Etampes, Por cierto, algunos personajes recuerdan a otras obras del inmortal novelista francés, la propia duquesa tiene muchos rasgos que la asemejan a la Milady de “Los tres mosqueteros” y aparece incluso un personaje parecidísimo al abate Faria de “El conde de Montecristo”.

En fin, en esta novela trepidante escrita con una prosa ágil y con diálogos repletos de humor tenemos todo lo que podemos esperar de Dumas: espectaculares duelos a espada, asaltos a palacios, parlamentos ingeniosos, intrigas palaciegas y de alcoba, escenarios luminosos y descripciones coloristas. Un típico folletín por entregas que, bajo la apariencia de una novela de aventuras y de capa y espada, esconde también un estudio de las pasiones humanas, el amor, la avaricia, la envidia, el sufrimiento o la devoción.

PD: Ascanio fue Publicada como serie en el diario “Le Siecle” entre julio y octubre de 1843.