“Londres es el centro financiero del espionaje mundial. Allí se organizan el cincuenta por ciento de los grandes actos delictivos del mundo: desde el secuestro de un petrolero al asesinato de un padrino. En Londres he conocido a abogados que con seis teléfonos móviles sobre la mesa y en media hora de reloj crean una empresa, cobran un rescate, lo mueven como un helicóptero por diez cuentas bancarias del mundo y extinguen la empresa en el minuto treinta. Como si nada hubiera pasado, como si nunca hubiera existido. Berty Oldman es uno de ellos”.
Los 80 Diablos (pág.51), amazon.es