Publicado en El Norte de Castilla el 3 de mayo de 2013
Para los que amamos el ciclismo y la música es un regalo de valor incalculable. Se trata de un documental de 75 minutos sobre la conmovedora historia de un hombre que lleva las cenizas de su padre desde Barcelona hasta Desio, al lado de Milán, pedaleando 1.369 kilómetros en 12 días. El protagonista no es otro que Óscar D’Aniello, cantante de Delafé y las Flores Azules, que compró en su día unos billetes de tren para que su enfermo padre pudiese despedirse de sus familiares en su pueblo natal. La muerte desbarató el proyecto y D’Aniello se juramentó para llevar hasta allí las cenizas en su bicicleta. El resultado es “Ciao Pirla!”, un documental que forma parte del último disco del grupo barcelonés. Los riesgos de este nuevo trabajo han sido múltiples y variados. El más importante: escribir once letras para veintidós canciones y apostar por dividir el disco en dos partes, una luminosa y otra sombría. Es decir, un disco triste y un disco alegre con las mismas canciones. Una obra que gravita constantemente alrededor del concepto de pérdida. La pérdida de seres queridos, el duro golpe que ello supone y la tristeza que te embarga. En el emotivo documental asistimos a la odisea de Óscar pero también a todo el proceso de rodaje del disco. El ciclismo, en fin, convertido en metáfora. Las cuestas de los momentos duros de la vida frente a las llanuras y la monotonía del día a día. Aventura y miedo, el desconocimiento, las cenizas, una foto sobre el manillar y la certeza de que lo más importante es tener objetivos en la vida y luchar por ellos. Perseguir los sueños, las quimeras, lo imposible. Quien tiene un sueño tiene un tesoro, o sea. Parafraseando uno de los temas del disco, estamos aquí para tener un sueño, escuchar nuestros sueños, perder el sueño, hablar en sueños, vivir de sueños, creer en sueños, definir el sueño, lograr el sueño y abrazarlo. Sentirlo en nuestros brazos y volverlo a perder. Volver a proyectarlo. Y comenzar a perseguirlo de nuevo. Volver a empezar de cero. Tener suficiente gasolina para el sueño. Tal vez en eso consista la vida. Dale gas.
Óscar D’Aniello antes de hundir su bicicleta en el lago Como al final de su odisea