“Un rayo cayó justo sobre nuestras cabezas acompañado de un ruido ensordecedor. Parecía el martillo de Thor golpeando sobre la isla de Mesen.
– Nube que truena mucho no da lluvia –comentó Akiosaha, imperturbable mientras pulsaba varios teclados a la vez y comenzaban a aparecer fotografías en algunas pantallas.
– Un trueno siempre es el hambriento estómago de Satán –pontificó el Señor Zaire”.
El murciélago y el infierno (pág.50), amazon.com