Como en todas las novelas de Harry Stephen Keeler asistimos a un delirante carrusel de historias que brotan de la nada, nos enganchan, desaparecen, vuelven a surgir más adelante, se engarzan en otras historias y nos vuelven locos a base de sorprendernos y desconcentrarnos. Al fin y al cabo, lo más fascinante cuando nos enfrentamos a HSK es saborear la frenética sucesión de historias con las que nos acribilla de continuo el extravagante lunático de Chicago.
En “El libro de las hojas color naranja” tenemos por un lado a Stephen Czeszcziczki, un hombre manco que es un increíble calculador matemático, que necesita mil dólares para su mujer ya que padece un grave tumor en el cerebro.
Por otro lado está Isberian Jones, fotógrafo, cuya mujer embarazada lee un libro (la mitad de un libro, habría que decir) con hojas color naranja en el que se recogen aforismos chinos que permiten aplicarse a resolver problemas y dilemas de la época actual . Gracias a ese libro, ella descubre que se va a realizar un atraco….
Tenemos también el caso del pescador con ojos de rayos X: un abogado, Alex Broadbent (que tiene la otra mitad del libro), protagoniza una historia que relata el caso de una mujer que se ha gastado el dinero de una herencia antes de tiempo…. Se mezcla con el caso de un escurridizo ladrón de cajas fuertes que sabe de antemano, sin necesidad de abrirlas, en cuál de ellas se encuentra el tesoro. El protagonista de esta última historia es Maximilian Olcese, un erudito shakesperiano, ricachón, opulento y esférico, víctima de estos robos. Será Stephen Czeszcziczki, el calculador matemático manco, quien intente descubrir el enigma.
Fantástico tour de force de HSK. Desde ya comienzo a buscar, al igual que uno de los múltiples protagonistas de esta hipnótica novela cuando se interna en una tienda de libros raros en Londres, el libro con las hojas de color naranja…..