” — No intenten nada, mis queridos niños. No podrán comunicarse con el exterior. Todos los sistemas de telefonía han sido convenientemente anulados. De todas formas, el simple intento de querer echar mano al jodido móvil llevará consigo un regalo especial: una bala entre los ojos. Mis hombres no fallan. Y no se preocupen, mis queridos niños, nadie vendrá a rescatarles. La policía de Oporto anda, en este momento, tremendamente ocupada con las quince bombas que han estallado a la vez. Bueno, catorce bombas en realidad. La decimoquinta estallará dentro de unos minutos, cuando nosotros salgamos de esta preciosa sala. Será aquí al lado. Los huesos de San Francisco volarán por Oporto. Una lluvia de huesos…. ¿No es hermoso?”.
Escalera al cielo (pag. 14), amazon.com