Desconcertante y fabulosa novela del siempre desconcertante y fabuloso Harry Stephen Keeler, un tipo especializado en historias delirantes envueltas en la encantadora estética de los folletines clásicos de aventuras y misterio, o del cine Serie B de los años 30-50.
Un hombre que va con un cráneo humano de la mano, que visita a doctores extraños, a gente más extraña todavía, que en cada una de sus visitas se presenta con un nombre distinto y con una historia cada vez más surrealista y sorprendente. Un crimen por el medio que busca una venganza, un inocente que fue llevado a la silla eléctrica por error, unas folletinescas relaciones familiares que salen a relucir como por arte de magia, una rocambolescas, complejas, sorprendentes e inverosímiles tramas que se enredan, se enredan y se enredan para después desenredarse en un abrir y cerrar de ojos gracias a la prodigiosa habilidad de HSK.
“El misterioso señor Yo” es la primera parte (por decirlo de alguna forma) de “El camaleón”, dos novelas en las que el protagonista asume hasta cincuenta personalidades distintas.