El huracán pasó por encima de todos nosotros, aunque aquí apenas nos dimos cuenta; tal vez porque estamos demasiado ocupados haciendo otras cosas como para comprender el enfado de la naturaleza.
La Naturaleza está triste. ¿Qué tendrá la Naturaleza?
Mientras tanto, el matrimonio Valladolid-Cancún anda por los suelos y el maldito aire sigue riéndose en nuestros morros. Dean, que dejó de ser rebelde sin causa hace tiempo, cerró las taquerías de Chetumal, Isla Mujeres y la Kaank’uun maya del estado de Quintana Roo. Valladolid estaba ya de resaca. ¿O me estoy confundiendo?