Publicado en El Norte de Castilla el 25 de marzo de 2021

Lo han conseguido. Han criminalizado el 8-M. Las feministas ya son las nuevas brujas. Hasta el famoso mural de Ciudad Lineal amaneció destrozado el mismo 8 de marzo. Nina Simone, Rosa Parks, Rigoberta Menchú, Frida Khalo y el resto de mujeres aparecieron cubiertas de pintura negra y con pancartas insultándolas. El odio pisando a grandes mujeres de la historia. Una de esas mujeres podría haber sido Beatriz Bernal. Nadie la conoce a pesar de ser la primera mujer novelista española. Beatriz Bernal publicó “Don Cristalián de España”, una novela de caballerías de más de 600 páginas, en 1545. Lo hizo en Valladolid de forma anónima (ya decía Virginia Woolf que Anónimo era una mujer) aunque tuvo el valor, para la época, de aclarar que la novela la había escrito “una señora natural de la noble y más leal villa de Valladolid”. Tras su muerte, su hija consiguió reimprimir la novela. Ahora sí, reconociendo a Beatriz Bernal como autora. La novela tuvo un remarcable éxito. Fue traducida al italiano y muy citada durante un tiempo. Luego, el silencio. Jamás se reeditó y la autora fue olvidada. Había sido demasiado osada. Escribir una novela, publicarla y atreverse a dar protagonismo a heroínas en una novela de caballerías. Mujeres intrépidas e independientes que decidían permanecer solteras, alcanzando “tales dotes de sabiduría que jamás quisieron tomar marido porque nadie tuviese mando ni señorío sobre ellas”. Todo un atrevimiento para la época. Y también para la nuestra. A Beatriz Bernal, los trogloditas de hoy la habrían mancillado también en el mural de Ciudad Lineal.