Por ese lazo de sangre.
Una novela ambientada en el Valladolid de la Corte y en muchos otros escenarios.
Breda, París, Amberes, Madrid, Ostende, Chiba, El Escorial, Sevilla, Lerma, Orán, Florida…
Un recorrido fantasioso por parte de nuestra historia.
Y un desfile inabarcable de personajes históricos.
Felipe III, el duque de Lerma, Rodrigo Calderón, la reina Margarita de Austria, Miguel de Cervantes, Pantoja de la Cruz, Rubens…
Alrededor de todo ello una historia de amor única.
Por un lado, Mauricio de Castrodeza, un joven soldado del Tercio Nuevo, que acabará sirviendo en la Corte del Valladolid de 1605 antes de recorrer cuatro continentes a lomos de su yegua barroca, de nombre Gorgófone, protagonizando arduas misiones.
Por otro, la bellísima Lucila de Mendoza que, tras una terrible infancia marcada por un padre miserable que la acaba entregando a un marido más miserable todavía, aterriza también en el Valladolid de la Corte.
Y, junto a ellos, dos personajes fascinantes.
Por un lado, doña Palmira, una dama independiente, libre y respetada en la Corte.
Por otro, el famoso pintor Rubens.
Fantástica novela histórica muy bien ambientada.
Imprescindible, sobre todo, para los que amamos ese periódico mágico, ese lustro de oro, en el que Valladolid se convirtió en la capital del mundo.
Amor, desamor, conquista, sangre, codicia, traición…
Todo ello en una novela impecable y originalmente estructurada en forma, como dice el título, de lazo. Un lazo de sangre que va estrechándose y en el que coinciden Mauricio y Lucila.
Quizá la mejor novela de Carlos A. Ibáñez Giralda.
PD. Muy agradecido y emocionado por el cameo de Bosco, el mercenario del Dux, en la página 57. Estoy convencido de que Bosco y Mauricio de Castrodeza habrían sido grandes amigos.