Carly Simon se ha metido en la novela que estoy escribiendo y aún no sé cómo lo ha hecho. Se ha disfrazado de Emma Bovary y me ha cantado al oído “You’re so vain”. Lo curioso es que yo jamás había escuchado nada de ella, al menos conscientemente. Con posterioridad he sabido que Carly Simon puso voz a la canción principal de uno de los 007 (“El espía que me amó”), que se llevó Oscar y Grammy gracias al tema principal de “Armas de mujer”, que fue una de las más grandes estrellas musicales de los años 70, un sueño inalcanzable de los jóvenes setenteros, la quintaesencia del hippismo existencial y sentimental. He descubierto que “You’re so vain” estaba metida en mi subconsciente, como si, en otra vida, hubiese sido mi canción favorita. Algo que no descarto en absoluto: los mundos paralelos y todas esas historias…. “You’re so vain” apareció en 1972 y fue un auténtico bombazo, vendiendo más de un millón de copias y convirtiéndose en una de las canciones de la década. Corrieron ríos de tinta alrededor de ella. Las especulaciones sobre el destinatario de la canción estallaron desde el primer momento. A Carly Simon, una de las mujeres más hermosas y sensuales de la época, se la había relacionado con Mick Jagger, Warren Beatty, Kris Kristofferson, Cat Stevens, James Taylor (con el que finalmente se casó) y un largo etcétera. La canción describía a un tipo vanidoso y presumido hasta la náusea. “Tenías un ojo puesto en el espejo, mientras te mirabas al pasar y todas las chicas soñaban con ser tu pareja…. Dijiste que haríamos una linda pareja y que nunca te irías, pero abandonaste las cosas que amabas y una de ellas era yo. Tenía algunos sueños, había nubes en mi café…. Estás donde debes de estar todo el tiempo, y cuando no, estás con algún espía del hampa o la esposa de un amigo íntimo… Eres tan presumido, probablemente pienses que esta canción es sobre ti”. Las especulaciones fueron tantas y se demoraron tanto en el tiempo que, ya en pleno siglo XXI, Carly Simon puso en subasta su mejor secreto, comprometiéndose a confesar al ganador el verdadero destinatario de “You’re so vain”, con el compromiso, firmado por contrato, de que dicho secreto jamás sería revelado. Un ejecutivo de la NBC pagó 50.000 dólares (que fueron destinados por la cantante a una sociedad benéfica de Massachussets), Carly Simon le susurró su secreto al oído y todos nos seguimos quedando con las ganas de saber a quién iba dirigida una de las canciones más hermosas que yo jamás he escuchado. Se admiten apuestas.