Los Módulos mezclaron como nadie la psicodelia, el rock progresivo y el pop más fresco y español. “Todo tiene su fin” es su canción más memorable, un verdadero himno de la época. Empieza con el famoso Hammond de Fermín Bohórquez al que se une un peculiar juego de voces antes de que Pepe Robles comience su particular grito de saudade. Preciosas y efectivas segundas voces, buen riff de guitarra y melancolía a borbotones. Para muchos, la mejor balada del pop español.
Cada vez que escucho esta canción me acuerdo de cierta persona que conocí hace muchos años. Iba con una guitarra casi siempre y tenía encandilada a todas las chicas con sus canciones, su misterio y su extrovertida forma de ser. “Todo tiene su fin” era una de sus canciones preferidas, de las que más y mejor cantaba.
Recuerdo que comenzó a salir con una amiga mía.
Ella murió tiempo después en un accidente de coche.
De él no volví a saber nada más.