FIESTA Y SIESTA
Una cosa de nombre espacial (Eurostat) se ha sacado de la manga un informe según el cual España es el país más caro de la Unión Europea en telefonía y servicios de comunicación (un 30% superior a la media comunitaria). El informe de marras, eso sí, recalca el hecho de que comprar alcohol y tabaco es un chollo. Ya hemos quedado retratados. Primera lectura: en España se potencian los vicios y se penaliza la tecnología. Segunda lectura: mientras los países ricos son los que más invierten en tecnología e investigación nosotros invertimos en fiesssssta (pronúnciese al estilo Pocholo). Lectura práctica: si la gente arrastra un buen pedal, ni se fija en la factura del teléfono. Somos incurables: nos gusta el pipiribipipi más que a un tonto un lápiz. Con esto y con la fama de poca productividad (que es una forma fina de llamarnos vagos) estamos servidos. Fiesta y siesta en el mismo lote. ¿Por qué será, sin embargo, que este informe de la oficina estadística comunitaria suena a tomadura de pelo? Y con la que está cayendo, estamos para pocas bromas. Sólo un imbécil o un malintencionado no completaría la información con los sueldos medios de cada país para hacernos realmente una idea de nuestro poder adquisitivo. Los datos los conocemos. Estamos a años luz en sueldo medio y salario mínimo de los de la mayoría de los países europeos. Así que, tal vez las copas sean baratas respecto a otros países pero con nuestros salarios nos cuesta un huevo también la fiesta. Hay que quedarse, pues, con el dato más negativo y sangrante: somos el país más caro en telefonía y servicios de comunicación. Alguien se está forrando a nuestra costa. Tal vez los mismos que amenazan con limitar el tiempo de conexión y cobrar por horas, los mismos que se suben el sueldo, los mismos que se permiten el lujo de despedir a trabajadores mientras tienen récord de ganancias. Lo de subirse el sueldo, por otro lado, se ha puesto de moda. En nuestra provincia, sin ir más lejos, el nuevo alcalde de Nava del Rey se ha subido el sueldo un 163% y el de Peñafiel un 90%. Así da gusto. Así la fiesta sale más barata. Y la siesta más reconfortante.