Con el recuerdo aún caliente de la tumba de Jim Morrison en Père Lachaisse, sólo podía ser “Cementerios de París” la elegida para la nueva entrega protagonizada por el gran Silver Kane.
Se da la curiosa circunstancia, además, de que “Cementerios de París” no existe como bolsilibro sino como libro electrónico. ¡Silver Kane en el siglo XXI! Tras buscar la novela por todos los sitios, sólo la encontré en un portal de Internet donde la vendían por 25 dólares. La solución era más sencilla: comprar el libro electrónico al mismísimo Silver Kane. Lo siguiente era leer el libro junto a algún cementerio parisino…..
Corinne Cley es una joven y atractiva fotógrafa que cubre la noticia de la ejecución de Sturmer, un desalmado y sanguinario criminal famoso por sus poderosas mandíbulas y sus afilados dientes. Al salir de la Santé, Corinne comienza a ver sombras, a sentir presencias, a vislumbrar a un hombre de poderosas mandíbulas…. Al llegar a su apartamento, se dedica a hacer fotos sin darse cuenta de que el asesino está allí….
El inspector Rouff, mientras tanto, sigue varias investigaciones en las que, por cierto, siempre está involucrado, de una u otra forma, Serge Degré, un abogado parisino cuyo hermano es un conocido ladrón de guante blanco. Junto a ellos, otros personajes se suceden como en un carrusel folletinesco sin parangón: un poderoso hombre (Charles Pascal) que trafica con jovencitas; Michèle, su mujer, antigua heroína de la Resistencia; dos ladrones que utilizan el suero de la verdad para conseguir combinaciones de cajas fuertes; Ivonne, la mujer del abogado, que aparece muerta en su casa sin que su marido quiera denunciar el asesinato; Bronsky, un espía internacional buscado por las policías de medio mundo; Linda Dawson, una bailarina de striptease que parece esconder muchos secretos….
Cuando el inspector manda revelar las fotografías hechas por Corinne, se encuentran con el asesino. Increíblemente, parece Sturmer. El inspector se pone en contacto con el verdugo para preguntarle donde había sido enterrado tras la ejecución. Acuden al cementerio y comprueban, horrorizados, que en la tumba no está el cadáver del ejecutado…..