He visto parte del vídeo preparado para próxima la visita Benedicto XVI, por parte de los jóvenes católicos y encuentro alguna perla que otra:
Una violación es un marrón.
El aborto agrava el problema, o sea el “marrón” que pasa de marrón a drama cuando hablan del posible aborto.
De condones, nada, eso como último recurso, la abstinencia, es lo efectivo, ahí queda eso.
El vídeo en cuestión está en Google, y en todos los mundos de la red, que no de Yupy.
Se me ocurre pensar, algunas veces me equivoco y lo hago, lo de pensar, quiero decir.
La violación, a ver si acabamos de enterarnos, cuando una mujer dice NO, es que NO, la dignidad de una mujer no es ni marrón, ni verde, ni azul, es más, no tiene color, no puede tenerlo.
O sea, nada de ambigüedades, chiquitos míos, el marrón es que vosotros defináis tal drama con un color, con una frase guay del Paraguay, cuando es algo que marca a la mujer de por vida.
Así que mejor dejar de poner tiritas o parches donde se necesita cirugía, la del sentido común, y definir una violación como un MARRÓN, no es sentido común, no es decente.
Y si queréis pensar que me ha salido la vena feminista, pues a lo mejor, pero de puro hartazgo al ver que hay cosas que me parece no cambiaran nunca.
Saludos blogueros.