Y hoy con el debate del Estado de la Nación (penoso), con el rescate de Grecia, más penoso, y todo lo demás que anda por ahí…
Resulta que asisto a una discusión padre hijo, y en medio la madre, llegado el momento álgido en esa discusión, alguien dice: Es que tengo una ventaja de nueve meses.
Madres, con esa ventaja por delante.
Las que sentimos sus primeras pataditas, esos primeros ardores de estomago, esas náuseas que nos vuelven locas por las mañanas, esas bajadas de tensión, eso pies hinchados como globos, esa tripa que no para de crecer…hasta que la criaturita y el orden de la vida dicen YA, hasta aquí llegué, me toca salir y ahí empieza ya toda una vida.
Ese momento cercano al parto que lo intuimos, no solo porque haya llegado la hora, a veces aún no es el momento pero sabemos que llega.
Cada mujer tiene una historia de su embarazo, de su parto, mejor no os cuento la mía.
Luego… después de los puntos suspensivos poner vosotros lo que hay luego, ese parto, hoy día algo más llevadero por la epidural, aunque las contracciones hay que pasarlas y manda narices que no te ha dado tiempo a recuperarte de una y llega la otra, pero digamos que lo peor no se siente.
Por eso, esa ventaja, porque hasta cuando te enseñan a tu niñ@, tal parece todo se olvida, pero en el libro de la vida de la madre y el nacido siempre existe ese cordón umbilical por mucho que lo corten.
A veces ocurre, pocas, pero ocurre que esos nueve meses no significan nada para algunas madres, tragedias increíbles pero reales, que nos llegan alguna vez de madres a las que ese nombre les viene grande, mejor no busco explicación, mejor no juzgo, mejor pienso que se les ha ido la olla, pero eso resulta demasiado simple.
Así que sólo he dejado aquí esa parte “sencilla” pero única de ser madres, esa parte que nos involucra en todas sus vivencias hasta donde ellos quieren cuando ya no dependen de nosotros, aunque de alguna manera siempre estén ahí, ellos y nosotras.
Esa es la ventaja de los nueve meses que los tenemos ahí dentro.
Saludos bloguer@s , aunque hoy quizá me he decantado más por la mujer, padres: Sé estáis ahí siempre, sin vosotros serian imposibles esos nueve meses. :)