Los petardos y la ética
Lo habitual es que duerman entremezclados en un rincón del sofá, siempre el mismo, tan apretujados que invitan a pensar que no hay más espacio en el mundo. Cuando eran más pequeños, zigzagueaban entre mis pies hasta encontrar el momento apropiado de escalar hasta mi hombro. Ahora, sus juegos se reducen a un ratillo cada […]