– Tener nostalgia en sí no es malo, eso es que te han pasado cosas buenas y las echas de menos. Yo, por ejemplo, no tengo nostalgia de nada porque nunca me ha pasado nada tan bueno como para echarlo de menos.
– Ven a buscarme. El amor es eso, ¿no? Que te vayan a buscar a la salida. El resto es todo una mierda.
– ¿Sabías que el mar aquí es muy importante? Donde más…. – No hay mar aquí. – Por eso es donde más se piensa en él. Las cosas no son importantes porque existen, son importantes si se piensa en ellas.
– Lo peor no sería que no hubiera nada después de la muerte, lo peor sería que hubiera otra vida y que fuera como ésta.
– Las princesas fuera de su reino no pueden vivir. Son tan sensibles que se mueren de nostalgia. A mí a veces me pasa también. Tengo nostalgia de cosas que todavía no han pasado.
Princesas con superpoderes, princesas que no vuelan: hacen volar. Princesas a las que la vida les da más de cinco razones para seguir, más de cinco rincones para dormir, más de cinco millones para morir. Princesas que fuerzan la máquina de noche y de día. Princesas a las que la vida les da más de cinco cabrones para aguantar, más de cinco lecciones para no seguir. Princesas de esquina a esquina, bala perdida; princesas calle del desengaño, calle fracaso, calle perdida, calle tristeza de tanto amar. Princesas de noche, princesas de día.
“Acuérdate de mí, ¿vale? Existimos porque alguien piensa en nosotros y no al revés”.