En muchos pastiches holmesianos se utiliza el recurso de hacer coincidir a Sherlock Holmes con algún personaje histórico famoso. En la mayoría de pastiches holmesianos se utiliza otro recurso aún más recurrente con el fin de dar mayor credibilidad al relato: el autor, en este caso Daniel Stashower, se convierte en editor o traductor de un manuscrito encontrado firmado por el propio Doctor Watson. La historia, ambientada en el Londres de 1907, comienza cuando una serie de cartas (que comprometen al Príncipe de Gales, además de tensar las relaciones con Alemania) han desaparecido de una habitación acorazada y Harry Houdini se convierte en el sospechoso idóneo. “Houdini y Sherlock Holmes” se revela como un pastiche entretenidísimo que nos permite recuperar al viejo detective enfrentándole amistosamente con el gran escapista Houdini, quien nos mostrará muchos de los trucos que realizó en su vida real y que le convirtieron en una verdadera leyenda. Por el camino, todo un torrente de aventuras, misterios, peligrosos sicarios, viajes en tren (¡y en avión!), sesiones espiritistas, más las apariciones habituales del torpe inspector Lestrade y del misterioso hermano de Sherlock Holmes.