“Mi sentencia era Negroponte. Lo sabía desde hacía mucho tiempo. Tanto tiempo como años llevaba grabadas a sangre y fuego las enseñanzas de la Trilogía del dólar, aquellas que me habían permitido distinguir con una simple mirada a la gente y saber, en definitiva, cuáles eran los bandos que dividían al mundo:
1. El mundo está dividido en dos grupos: los que tienen la cuerda al cuello y los que la cortan.
2. Las espuelas se dividen en dos categorías. Unas pasan por la puerta y otras por la ventana.
3. El mundo se divide en dos categorías: los que tienen el revolver cargado y los que cavan. Tú cavas”.
Escalera al cielo (pag. 10), amazon.com