Adoro a James Hadley Chase. Ya lo he comentado en otras ocasiones. Uno de los padres de la novela negra y un autor, aun así, con no muy buena prensa. Tal vez por eso me gusta tanto, además de no haberme decepcionado, hasta el momento, en ninguna de sus novelas. No hace mucho leí “Al morir quedamos solos” y quedé prendado con la figura del detective Vic Malloy. “Acuéstala sobre lirios” también está protagonizada por nuestro particular “héroe”. En esta entrega de título tan seductor JHCh nos vuelve a regalar una trama vertiginosa, unos personajes fascinantes y alguna que otra escena deliberadamente demoledora. Todo empieza con una carta sin abrir que quedó olvidada en el bolsillo de un viejo abrigo. En ella, Janet Crosby contrataba al detective Mallory para que investigase las andanzas de la hermana descarriada de la millonaria familia, además de incluir 500 dólares como adelanto. El problema es que Janet Crosby murió de un ataque al corazón el mismo día que escribió la carta. Vic Malloy se siente obligado, catorce meses después, a comenzar la investigación tras saber que la fortuna de Janet la ha heredado la hermana descarriada. Es el principio de un tobogán de violencia, escándalos, rubias peligrosas, matones, palizas, testigos desaparecidos, hermosas herederas, policías corruptos y asesinatos de todo tipo. El detective Vic Malloy irá siguiendo las pistas que se ocultan tras las muertes con una única esperanza: atrapar al sanguinario criminal antes de que él mismo se convierta en su próxima víctima. Mención especial al capítulo en el que Vic Malloy es encerrado en un manicomio junto a un interno loco y peligroso que acaba matando a dentelladas a una mujer… Gore, gore, gore.