Nuevo pastiche de nuestro querido Sherlock Holmes. En esta ocasión, el detective de Baker Street tendrá que hacer frente a una diabólica conspiración terrorista que nos llevará por varios puntos de Europa, desde Londres a Copenhague, pasando por Moscú e incluso por el balneario de Santa Águeda, en Guipúzcoa. Por el camino, el genial detective se rodeará de personajes como el agente Klint, el jefe de policía Arriaga, o los agentes Rijsvald y Lauris de la policía danesa, además de su fiel Watson y de la inestimable ayuda del mítico Auguste Dupin. Entre todos lograrán parar los pies a criminales (Kolinskov, jefe de un trío de asesinos), a traidores (Geoffrey Anderson) y a villanos de cuento (Blackeye), todos ellos dirigidos por un rival terrible muy bien conocido por los amantes de los relatos de Conan Doyle (“Usted, como su añorado profesor Moriarty, es como la araña que se encuentra a la vista pero totalmente camuflada; todo el mundo puede verla pero nadie se da cuenta de que está ahí”). Alrededor de ellos, pululan personajes reales como Cánovas del Castillo, la reina de Inglaterra o el poderoso Alexeiev. En fin, “El retorno del cazador” es una pequeña joya en la que asistimos a una deliciosa batalla entre dos de las mentes más prodigiosas salidas jamás de pluma alguna. Lo dicho, una conspiración monumental, una bomba en Westminster, un recuerdo al 5 de noviembre de Guy Fawkes (y por extensión a “V de Vendetta”) y Sherlock Holmes apareciendo en el momento crucial de la forma menos esperada y más teatral. Ahora habrá que meter mano al siguiente pastiche de José Goas Jul, “La sangre del Transvaal” y “La conexion Kashmir”. El juego continúa.