Publicado en El Norte de Castilla el 24 de mayo de 2025
Igual que cuando me piden opinión sobre el emérito sólo se me viene a la cabeza el nombre de Sandra Mozarowski, cuando me preguntan sobre el conflicto de Palestina el nombre que siempre se me viene a la cabeza es el de Hind Rajab, la niña de seis años que intentaba huir del norte de Gaza con sus tíos y sus primos y que fue cruelmente asesinada. De ella hablamos aquí mismo hace un año. Desde entonces, son miles los niños palestinos que, como ella, han sido masacrados. El infierno en la tierra. La OMS ha confirmado la cifra de 35.000 muertos en Gaza (el 60% mujeres y niños) y estos días la ofensiva de Israel está siendo devastadora, lanzando bombas incendiarias y granadas de humo contra las tiendas de campaña donde se refugian los desplazados y enlazando una matanza con otra mientras el bloqueo a la ayuda humanitaria dura ya más de 80 días. La solución final se acerca. Human Rights Watch ha denunciado que los últimos planes israelíes para ocupar y retener territorios en Gaza y desplazar a cientos de miles de palestinos “se acerca cada vez más al exterminio”. El plan del Gobierno israelí de demoler lo que queda de Gaza constituye una aberrante escalada de sus continuos crímenes de lesa humanidad, limpieza étnica y actos de genocidio. Eso dice HRW. Lo que dice el diccionario de la RAE sobre la palabra genocidio es “exterminio sistemático de un grupo humano por motivo de su raza, etnia, religión o nacionalidad”. ¿Tanto cuesta comprender que puedes repudiar los salvajes atentados del 7 de octubre de los asesinos de Hamas y, a la vez, denunciar los crímenes de guerra del gobierno israelí? ¿Cómo calificamos a la gente que mira hacia otro lado tras el genocidio que ha asesinado a 35.000 personas en año y medio de conflicto? ¿No es cierto que llamar conflicto o guerra al genocidio de Gaza es como ver a un hombre matando a golpes a un niño pequeño y llamarlo pelea? ¿A qué espera Europa para condenar este terrible exterminio genocida y romper toda relación con el gobierno asesino de Israel? ¿Las víctimas de un genocidio pueden llevar a cabo otro? Uno se queda sin palabras para describir esta salvajada y sólo desea que los responsables de esta barbarie (incluyo también a los terroristas de Hamas) paguen por sus actos. No me cabe la menor duda de que, al igual que estudiamos en su día la indiferencia del pueblo alemán ante la locura nazi, algún día se estudiará en los colegios la pasividad del mundo entero ante el genocidio televisado en directo y a todos les parecerá inconcebible que esto ocurriera sin que nadie interviniera. Estamos manchados de sangre y somos cómplices por permitir lo que están haciendo los criminales nazisionistas. Pocos alzan la voz. Le tienen miedo al matón del barrio. Sus presiones y tentáculos llegan a todos los lados, incluida la mierda del festival de Eurovisión. No se puede decir nada porque se hacen las víctimas y te acusan de antisemita. Leo un mensaje: “Imagínate vivir en un mundo donde te podrán arrestar o suspender por decir no matemos niños porque eso podría herir los sentimientos de los asesinos. No te lo imagines. Ya estamos en él”. Hasta el propio Trump dice que está muriendo gente de hambre en Gaza. Hasta el mismo Anticristo lo reconoce. Esperemos que el papa norteamericano convenza al Anticristo yanqui y paren el genocidio. Habemus papam: hágase tu voluntad así en la tierra como en el infierno. Dicen que es un papa progresista (aunque eso parece un oxímoron) y ha iniciado su pontificado reafirmando su compromiso con la justicia social, que visto lo visto es casi en la única justicia en la que se puede creer. Quizá por ello su nombramiento ha encabronado a la extrema derecha y el mundo ultra está loco por desacreditarle. Sus primeras palabras han sido para pedir el cese inmediato del fuego y que se proporcione ayuda humanitaria a la población civil. De todas formas, viendo lo que estamos viendo, la humanidad ya ha fracasado. Y si los criminales ganan el presente a sangre y fuego, todos habremos perdido el futuro.