Dice Lin Yutang que “nuestras vidas no están en manos de los dioses, sino en manos de nuestros cocineros”. Y debe de ser verdad. Escapada a Madrid y frivolité en el StreetXO de David Muñoz, un sitio donde la cocina tiene vida, respira, habla.
Lasaña coreana de wonton y vaca vieja gallega con shitakes, tomates escabechados picantes, bechamel de cabra-cardmomo.
Saan de panceta ibérica a la brasa, condimento de mejillones escabechados, salsa skiracha y tártara Ko.
Sandwich club al vapor, ricota, huevo frito de codorniz Sichimi-Togarashi.
Civet blanco de jabalí, huevo frito con puntilla, noddles fritos al wok y bacon extrahumado.
Alucinado con el universo XO: comida en barra, música alta recién llegada de Ibiza, comida servida por unos cocineros vestidos con una elegante y zen camisa de fuerza…, y lo más importante, fascinado con nuevos sabores que ni siquiera sospechaba. “Si quieres ser vanguardia el 9 no sirve. Es imprescindible el 10 (David Muñoz). “Uno no puede pensar bien, amar bien, dormir bien, si no ha comido bien” (Virginia Woolf).