Nuevo pastiche de Sherlock Holmes no documentado por el Dr. Watson y rescatado por Jô Soares en el cual se narran las peripecias que Holmes vivió en Rio de Janeiro a raíz de la desaparición de un stradivarius, regalo del emperador Pedro II a su amante (misterio que coincide con el de los asesinatos de varias mujeres). Leí la novela hace varios años y ahora he tenido la oportunidad de ver la versión fílmica que Miguel Faria Jr. hizo el año 2001 con un Joaquim de Almeida como irreverente y algo delirante Sherlock Holmes.
Esta encantadora obra está directamente emparentada con la versión desmitificadora rodada por Billy Wilder: “La vida privada de Sherlock Holmes”. Aquí nos vamos a encontrar con un Sherlock Holmes especialmente patoso y con unas habilidades deductivas muy mermadas, posiblemente por el asfixiante clima y por el abuso de la marihuana. En Brasil, Holmes descubre la samba, la pesada comida carioca, el cannabis y el amor de una mulatona. También se inventa la caipirinha y la expresión “serial killer”. ¿Alguien da más? Pues sí. También encontramos una acerada crítica de la sociedad brasileña del siglo XIX, la efervescente lucha de los primeros abolicionistas, el peculiar contraste entre los europeos (Holmes, Watson, la actriz Sarah Bernhardt) y la aristocracia decimonónica brasileña, más algunos rituales de vudú, un asesino caníbal y una curiosísima teoría sobre Jack el Destripador.