El abrazo del oso
Los polígonos industriales ya no son lo que eran. Como todo, salvo la tontuna, son pasto de la evolución de una sociedad que huye de lo viejo y santifica lo nuevo. Estos espacios, que se idearon para sentirse en comunidad y optimizar costes, son ahora más escaparates comerciales que centros fabriles aunque siguen como la […]