“Life on Mars” es una pequeña joya de la BBC. Una serie de corto recorrido (dos temporadas de ocho capítulos cada una) que narra la historia de un policía que sufre un accidente de tráfico y se despierta 33 años antes. El encanto de la serie, dejando a un lado los casos a los que se enfrenta el protagonista, radica en el tremendo choque de culturas y costumbres entre las dos épocas, además de en la incertidumbre de saber si el protagonista ha viajado realmente en el tiempo, es simplemente un tipo inestable que vive en el año 1973 o está en coma tras el accidente y todo es un sueño.
Ahora acaba de estrenarse en España una adaptación cañí de “Life on Mars”. La canción de David Bowie se transforma en la “Chica de Ayer”, de Nacha Pop. Manchester pasa a ser Madrid. Y la Inglaterra del 73 es aquí la España del 78. Salvo eso y, dejando a un lado algún chascarrillo local, la serie española es un completo plagio, una fotonovela sin ritmo, una sucesión deslavazada de escenas calcadas casi plano a plano del original. Todo es igual pero ahora todo huele a rancio. El fascinante viaje en el tiempo (real, ficticio o metafísico) que nos subyugaba en la serie de la BBC aquí resulta inverosímil. Sospecho que el haber visto la fantástica “Life on Mars” me invalida para apreciar las virtudes de la “adaptación” española, de igual manera que el adorar la “Sabrina” de Billy Wilder hace que me resulte repugnante la “Sabrina” de Sidney Pollack . ¡Qué hartazgo de remakes! Demasiado plagio. Demasiada obsesión en calcar el original (¡hasta en el vestuario de los actores!). Demasiada sobreactuación. Una completa bazofia, vamos. Teniendo en cuenta el tipo de series que triunfan en España, será un éxito seguro.